Un país del alma herida: La memoria como una forma de valor público – Verónica Chópite Abraham

Un país del alma herida: La memoria como una forma de valor público – Verónica Chópite Abraham

Un país del alma herida: La memoria como una forma de valor público

Verónica Chópite Abraham

Pensar en el futuro de Venezuela en donde, como dijo Cruz-Diez, “hay que inventarlo todo”¹, implica discusiones políticas y técnicas para hacer y ser de nuevo un país productivo, de estabilidad, que supere la violencia, el hambre y la barbarie. Es entonces un ejercicio de proyección esperanzadora, que apunta a la generación de valor público; entendiendo ésto como aquellas necesidades satisfechas por el Estado, que con un rasgo de marcada calidad y oportunidad, es capaz de construir sociedades resilientes y sostenibles².

En ese sentido, pensar en la transición democrática venezolana implica de forma natural empezar a construir lo que queremos ser, pero también, es menester pensar el país que somos y el que aspiramos dejar de ser. Se trata entonces, de co-construir dicho futuro con sentido histórico y cultura de memoria, tal ejercicio no está prelado por alcanzar post-conflicto, más bien, hacer memoria en medio de éste, permite su desnaturalización.

II
Según Rodolfo Montes de Oca (2022) “Hacer memoria en instantes de peligro no es mera casualidad ni refugio nostálgico (…) Hablar sobre los reductos de libertad que subyacen en toda sociedad oprimida por el autoritarismo es hablar de resistencia, y ésta muchas veces se escapa de las imágenes anheladas. En la sofocante cotidianidad se forjan heroísmos anónimos, aquellos que solo hicieron lo que debían, pero que ayudan a que las peores tiranías no exterminen el alma de los pueblos.” De esta forma, Montes de Oca (2022) introduce su libro “Sospechosos Habituales” un estudio sobre las violaciones de derechos humanos como un problema histórico en Venezuela que se extiende y recrudece hasta nuestro presente.

Estos pasan por El Carupanazo (1962), El Porteñazo (1962), La masacre del Amparo (1988), el Caracazo (1989), los asesinatos de grupos guerrilleros disidentes durante la insurgencia armada, se trata de los Teatros de Operaciones, los abusos a las garantías y derechos humanos. A partir de ello, la Comisión por la Justicia y la Verdad en el 2017 concluyó que entre 1961 y 1989 se registraron 10.071 víctimas, de las cuales 1.412 fueron asesinados y 459 personas sufrieron desaparición forzada.

Si bien dicha Comisión -creada durante el gobierno chavo-madurista- identificó los nombres y funciones de los responsables, ninguno de “ellos tuvo procedimientos judiciales por su responsabilidad directa en los hechos represivos” Aunque factores activos en insurgencia armada de la época, como el Partido Comunista de Venezuela (PCV) y el Movimiento De Izquierda Revolucionaria (MIR) se pacificaron, no se propició un proceso real de memoria, verdad y justicia; quedando entonces la víctimas de esa época sin ningún tipo de reparación moral o jurídica y dejando una herida abierta.

Por ello, el ascenso de Hugo Chávez en 1998 se basó en un concierto de resentimientos, que se alineó con la crisis institucional y un sistema que perdío capacidad de agencia, logrando entonces hacerse mayoría para la irrupción de un sistema radical que ha generado una emergencia humanitaria compleja, el perfeccionamiento de violaciones de derechos humanos y una crisis migratoria que ha hecho de Venezuela un país expulsor, con un una diáspora de 7,7 millones de migrantes y desplazados para el momento en que se escribe este artículo.

Durante el gobierno chavista hemos vivido el Paro Petrolero (2002), la movilización del 11 de abril de 2002, la radicalización hacía el Socialismo del siglo 2021 (2005), el cierre de RCTV (2007), la represión de las protestas estudiantiles y ciudadanas del 2014 y la Rebelión Popular del 2017. En este sistema, la sociedad venezolana se ha hecho menos ante la pérdida de Juan Pablo Pernalete por el impacto de una bomba lacrimógena directo en el corazón, por solo nombrar a uno de los 163 asesinados por parte de fuerzas oficiales de represión en contextos de protestas políticas durante el 2017.

Según el informe de la Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos sobre la República Bolivariana de Venezuela “El SEBIN ha torturado o infligido malos tratos a detenidos -entre ellos políticos de la oposición, periodistas, manifestantes y defensores de los derechos humanos- principalmente en el centro de detención “El Helicoide”, en Caracas. La Misión ha investigado 51 casos que ocurrieron desde 2014. El informe detalla cómo las órdenes fueron impartidas por autoridades del más alto nivel a funcionarios de menor rango.” Con la cual La Misión ha detallado que existen responsabilidades en el cometimiento de crímenes de lesa humanidad y que hoy son investigados en la Corte Penal Internacional.

III
En Venezuela existe poca cultura de memoria y con lo vivido hasta acá estamos obligados a construir una política pública de memoria, que conduzca a un proceso de justicia, perdón y reconciliación. El hacer memoria histórica tiene consigo unos retos particulares; en principio es una acción dolorosa y es por eso que debe hacerse colectivamente; por otra parte, se trata de un elemento que construye identidad: Hacer memoria se trata de vernos como sociedad, en función de entender lo que fuimos, para reivindicarnos, como un mecanismos de reparación y justicia.

La memoria tiene entonces valor público, dado que potencialmente permite la generación de sociedades resilientes y sostenibles. Sin embargo, este tipo de políticas requieren consensos muy complejos y amplios, para que entonces sea de calidad y oportuna demanda evitar sesgos, convirtiéndolo en un proceso naturalmente largo y que amerita una diversidad de actores participando en torno a éste.

En el caso venezolano otro gran reto a enfrentar es el sistema público dinamitado. Evidencia de ello es que las funciones de los partidos políticos se han reducido considerablemente por la persecución de la dictadura, que tuvo como punto inicial la eliminación al financiamiento público a este tipo de instituciones, restándoles capacidad operativa y llevándolos a invadir ciertos espacios que naturalmente corresponden a otros actores de la sociedad civil. A la par, las organizaciones del tercer sector adolecen también, de ejercer en un espacio cívico cada vez más cerrado, producto de las restricciones jurídicas y políticas que impone el sistema, que pasan por estigmatización, persecución, apresamiento y torturas a las funciones y miembros de la sociedad organizada.

El resto de actores públicos que son disidentes al sistema tales como sindicatos, gremios, grupos de religiosos, defensores de derechos humanos y grupos de presión en general viven bajo constante hostigamiento. Por esto, en un proceso de transición democrática conseguirá a Venezuela con tejido social muy fragmentado y es por ello que se deberán generar espacios para construir confianza en función de regenerarlo.

IV
Vista la necesidad de empezar a construir memoria histórica, desde el Observatorio de Juventudes Venezuela (OBJUVE) hemos venido trabajando en Espacios de Escucha y Habla para documentar y registrar lo que hemos atravesado como país durante estos últimos años. A través de distintas dinámicas inspiradas en el humor y que propician la reflexión colectiva, buscamos hacer un dispositivo memoria a través de los sentidos físicos, para ello, se les pide a los participantes que escojan algún recuerdo, contextualizado en la actual crisis venezolana, e identifiquen físicamente donde les duele.

En uno de estos talleres el padre de un joven preso-político dijo “Que te metan a un hijo preso te duele en el alma”. Esta declaración se puede extrapolar a lo público: Somos un país de alma herida y nos queda la tarea afanosa, de nunca más hacer que el dolor y el resentimiento sea lo que motorice la gestión del poder político y público.

 

Referencias Bibliográficas

  1.  “La Carta que Carlos Cruz-Diez le escribió a la juventud de venezolana”. Prodavinci, Julio, 28, 2019. Acceso Marzo, 19, 2023.
  2. “Valor Público y gestión por resultados”. CEPAL, Marzo, 30, 2022. Acceso Marzo, 20, 2023.  https://www.cepal.org/sites/default/files/courses/files/valor_publico_y_gestion_por_resultados.pdf
  3.  Montes de Oca, Rodolfo. 2022. Sospechosos habituales: Diez aproximaciones a los antecedentes históricos del movimiento de los derechos humanos en Venezuela (1936-1999). Venezuela: PROVEA.
  4.  Idem.
  5.  Llamamiento de emergencia: Situación sobre Venezuela. Agencia de la ONU para Refugiados, Septiembre, 2023. Acceso Marzo, 19, 2024. https://www.acnur.org/emergencias/situacion-de-venezuela
  6.  Venezuela: 6.729 protestas y 163 fallecidos desde el 1 de abril de 2017. Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, Agosto, 02, 2017. Acceso Marzo, 19, 2024. https://www.observatoriodeconflictos.org.ve/sin-categoria/venezuela-6-729-protestas-y-157-fallecidos-desde-el-1-de-abril-de-2017
  7.  Venezuela: Nuevo informe de la ONU detalla las responsabilidades por crimenes de lesa humanidad para reprimir a la disidencia y pone la lupa  en la situación en las zonas mineras remotas. Naciones Unidad, Septiembre, 20, 2022. Consulta Marzo, 19, 2023. https://www.ohchr.org/es/press-releases/2022/09/venezuela-new-un-report-details-responsibilities-crimes-against-humanity

Deja una respuesta

es_ESSpanish